los otros
Los Otros, pinturas en las cuales unos personajes diminutos, por lo regular masculinos, en ocasiones parecen vagar sin rumbo sobre tierra firme como lo denotan sus sombras, pero otras veces aparecen en medio de una nebulosa nada, sin horizonte, sin norte, individualmente o en grupo, aparentemente incapaces de tomar un rumbo definitivo. En estas obras es evidente que la artista aludía a la inaccesibilidad que a veces parece envolver al otro y a que, a pesar de que el otro se manifieste lejano o inalcanzable, siempre existe la posibilidad de alteridad, de cambiar la propia perspectiva por la suya.
-
No hay que olvidar que la artista se reconoce como seguidora de la filosofía existencialista de Jean Paul Sartre, y que por tal razón para ella también “el hombre está condenado a ser libre”, es decir, que es el responsable de su conducta y de sus actos, de auto definirse y determinar el sentido de su existencia y que por lo tanto debe buscar comprender su realidad para poder vivir en ella. -
Instalación- plástico, resina, leds / dimensiones variables / Año: 2009
-
Mientras camina, encuentra y elije las hojas que colecciona para dar rienda suelta a algunas acciones y poner en práctica determinados procedimientos. Una vez en su estudio, reconstruye las hojas dañadas, secas, partidas, rotas, con la intención de restaurarlas por medio de remiendos y rellenar cuidadosamente con aguja e hilo los espacios de fragmentos ya perdidos, dando puntadas que fluyen mientras las sostiene y las siente como cuerpos merecedores de cuidado, aprecio y respeto.
Además de esas piezas objetuales, ha concebido otro grupo de trabajos con base en una técnica muy elemental de estampado, siguiendo una dinámica de repetición. Sobre lienzos de mediano y gran formato plasma la estampa de una hoja que pinta previamente usando pincel y tinta negra, encima de la cual ejerce, delicadamente, cierta presión con su mano. Repite esa acción para obtener una imagen repetitiva, seriada, que se va volviendo cada vez más imprecisa -digamos que más débil-hasta que desaparece completamente una vez agotada toda la tinta. De esta forma pretende aludir a un cuerpo que, siendo único, adquiere, sin embargo, un carácter seriado a través de su uso -y abuso- mecánico y repetitivo dentro del sistema y las redes de la prostitución. Este estampado se organiza dentro de una estructura sencilla, que podría resultar a la vista como una plana de caligrafía, establecida a la manera de los renglones marcados en los cuadernos de uso escolar. Existe en estos trabajos el manejo consciente de un cierto grado de ambigüedad, debido a que pretende rescatar la huella individual de cuerpos que funcionan, sin embargo, como objetos seriados en sí mismos al participar de un servicio repetitivo y desgastante que les conduce al descarte, quedando fuera de la “línea de producción” para presenciar la condena de su propio deterioro en medio de tanta indiferencia colectiva. Es probable que durante su exhibición, estos trabajos se complementen con un sonido industrial que remita a la producción en serie y sustente estas ideas.
No hay que olvidar que la artista se reconoce como seguidora de la filosofía existencialista de Jean Paul Sartre, y que por tal razón para ella también “el hombre está condenado a ser libre”, es decir, que es el responsable de su conducta y de sus actos, de auto definirse y determinar el sentido de su existencia y que por lo tanto debe buscar comprender su realidad para poder vivir en ella.